CHISTES ALBERT PUIGDELLIVOL (10)

Un Anestesista trabajando, es un médico medio dormido, al lado de un paciente medio despierto.

Deberíamos ser más amables. Pagar por ejemplo; deberíamos hacerlo con una sonrisa…

– Pues a mí, ¡solo me aceptan dinero!.

Estamos cercados. – Pues… ¡Al ataque!. ¡Esta vez seguro que encontraremos al enemigo!.

Eran cuatro contra mí y los hice correr a todos… ¡Ninguno pudo alcanzarme!.

La mujer estaba harta de los trabajos de casa. El marido estaba harto del taller. Deciden cambiarse los trabajos…

Después de quince días la mujer llevaba el taller, la casa y cuidaba del marido enfermo.

Eran dos amigos muy aficionados al tenis. No sabían si en el otro mundo hay pistas. Acordaron que el primero que muriera le diría al otro como estaba el tema.

Cuando muere el primero se aparece al otro y le dice:

– Tengo dos noticias que darte; una buena y una mala, la buena es que en el cielo hay pistas de tenis, la mala es que mañana tienes partido.

El amor dura, mientras dura dura

Una viejecita se va al cielo. La hacen pasar a una sala de espera elegante, pero sobria y en penumbra. Mientras espera oye por una ventana el ruido de una orquesta que llega del piso de abajo. Cuando San Pedro la atiende le pregunta por la música:

– Viene del infierno, donde contratan a las mejores orquestas.

– Y aquí en el cielo, ¿no contratan de orquestas?.

– No hace falta, solo vienen cuatro viejas…

– ¿Es la farmacia?. Aquí es la Comisaría de Policía, les llamamos porque hemos detectado unos bromistas que se dedican a llamar por teléfono gastando bromas pesadas, ¿ les han molestado a ustedes?.

– Ahora que lo dice, nos han llamado para decirnos que nos pusiéramos una cataplasma del Dr. Llenas.

– ¿hace mucho rato que les han llamado?.

– Una hora aproximadamente.

– ¡Pues ya pueden quitarselo!.

El guapo del pueblo, ve a una joven, con un cántaro de leche a la cabeza y le dice:

– ¿No quieres un poco más de leche?.

– Por dos gotitas no me paro.

El turista pregunta la hora a un pastor. El pastor que está sentado en una piedra le pide al turista que levante la cola de una vaca. Cuando el turista lo hace el pastor le dice:

– Son exactamente las diez y veinte.

El turista queda admirado de este prodigio y pregunta al pastor como es posible que levantando la cola de una vaca sepa la hora con tanta precisión. El pastor le contesta:

– Muy fácil, desde mí posición, la cola de la vaca me molestaba para ver el reloj del campanario.

Dos pulgas en la salida de un cine:

– ¿Vamos a pié o tomamos un perro?.

Dos pulgas se encuentran. Una está muy resfriada. La otro le pide el motivo de su enfermedad:

– ¡Ya si te contara!. Hace un par de días estaba en una señorita muy mona, a la hora de dormir, me acosté en los pelos de su coño, pensando lo calentita que estaría… Cuando desperté estaba en el bigote de un motorista.

-¿Dónde me llevarás en las Bodas de Plata?. – ¡A Australia!.

– ¡Que bien!, ¿y en las Bodas de Oro?. – ¡Vendré a buscarte!.

Un toro está pastando. En el campo de al lado una vaca. El toro calcula la altura de la valla, toma carrerilla, la salta y se dirige a la vaca:

– Hola ¿cómo te llamas?.

– Florecilla de los campos pero puedes llamarme Flor. ¿Y tú?.

– Yo me llamo Westinhaus, pero puedes llamarme Westin… Porque los haus se han quedado colgados de la valla.

¿Qué le dice la gallina al gallo?: – Pocapoc, pocapoc.

La mujer, si no tuviera al hombre, domesticaría cualquier otro animal.

Acude a un gimnasio, que le han asegurado, le harán adelgazar.

El primer día le presentan a una señorita fenomenal y le dicen que si consigue alcanzarla podrá hacerle el amor.

Después de mucho correr tiene que rendirse ya que la joven corre mucho más que él. Así un día y otro hasta que ha adelgazado varios kilos y ya empieza a tener esperanzas de alcanzarla.

Entonces le presentan a un negro senegalés y le dicen:

– Ya puede empezar a correr, si le alcanza, le viola a usted.

La esposa que no se lavaba nunca, le pide al esposo que se la chupe. Cuando está en el asunto a la mujer se le escapa un pedo. El esposo exclama:

– ¡Menos mal, que pasa un poco de aire!.

El viejo cura había acostumbrado a sus feligreses, para no tener que hablar de sexo en el confesionario, a decir que habían caído, cuando habían sido infieles.

Cuando llega un nuevo cura no está al tanto del asunto en el confesionario los feligreses le dicen:

– Padre he caído dos veces esta semana.

– ¿Se ha hecho daño?.

– ¡No, no, de ninguna manera!.

– Me alegro, pero procure andar con precaución. De penitencia rece un Ave María.

Así uno detrás de otro, hasta que decide ponerlo en conocimiento de las autoridades. Visita al señor Alcalde y le dice:

– Tiene que arreglar las calles inmediatamente ya que la gente cae continuamente.

El alcalde estalla en una carcajada, al ver la inocencia del nuevo Cura. Este le replica enfadado:

– Pues no se ría usted tanto. Su esposa también ha caído tres veces esta semana.

El joven Cura informatiza el confesionario. Van los feligreses a confesar y dicen el pecado que han cometido, el Cura marca en el ordenador y sale en pantalla la penitencia.

– Padre me acuso de haber sacado las bragas a mi novia y haber restregado el pene por su muslo.

El sacerdote marca en el ordenador y le dice:

– Lo siento tendrá que metersela toda dentro, ya que este programa no saca decimales.

Un cura y un campesino montados en un burro quedan atascados en mitad del río que baja crecido. El cura empieza a rezar y el campesino le dice:

– Pare inmediatamente de rezar, solo nos falta que el burro le oiga y se arrodille, que nos ahogamos los tres.

La extranjera vuelve de veraneo y pregunta:

– Quisiera ver al Pacorro.

– No conocemos a nadie de este nombre.

– Si un hombre vestido de negro, que es todo bragueta…

– ¡No se dice Pacorro… Se dice Párroco!.

Un joven está haciendo esfuerzos para arrancar la moto.

El que lo está mirando le dice:

– ¿Que vas muy lejos?. Como veo que le estás dando tanta cuerda a la moto…

El marica se está confesando:

– Rodando rodando por el mundo, estaba en áfrica y tuve que dar por detrás a un camello. Rorando rodando en Arabia me lié con un eunuco, rodando rodando he caído con un negro, un portarriqueño y dos indios…

– Tus pecados son muy graves, en penitencia sube al campanario y reza tres padre nuestros.

Más tarde el cura está celebrando la Santa Misa y oye como el marica se cae de las escaleras del campanario y las baja rorando.

– Los que estén arrodillados, que se sienten, y los que estén de pie se pongan de culo a la pared, porque baja uno rodando rodando y nos dará por detrás a todos.

El posible cliente pide precios:

– Por lamer el ombligo 20.000 pesetas.

– ¿No es muy caro, solo por lamer el ombligo?.

– No lo crea, yo lo lamo por dentro.

La mujer que acaba de orinar suelta un gran pedo. El marido que la oye le pregunta que ha sido aquello.

– Tú cuando acabas de orinar, ¿no te la escurres?… ¡Pues yo me la soplo!.

El borracho buscando algo debajo de un farol:

– ¿Qué estás buscando?.

– La llave que he perdido por allí.

– ¿Porqué la estás buscando aquí?.

– Porqué aquí hay más luz.

Mueren el cura y el chofer y llegan al cielo. San Pedro revisa la ficha del chofer y lo sienta muy cerca de Dios. Al cura lo sienta cerca de la puerta. Reclama porque no le parece justo. San Pedro revisa otra vez las fichas y le aclara:

– Este señor era un chofer fatal, conducía un autocar, y tomaba las curvas tan mal, que todo el mundo rezaba. En cambio usted hacía unos sermones tan largos, que todo el mundo maldecía.

La policía hace soplar al conductor del automóvil y sale positivo:

– No puede ser que funcione correctamente el aparato, compruebelo con mi esposa y verá que no funciona correctamente.

Hacen soplar a la esposa y también sale positivo:

– Comprueben el aparato con el niño ya verán como no funciona bien.

Hacen soplar al niño y también resulta positivo. Los agentes quedan convencidos que es el aparato el que falla y se disculpan.

Cuando se han alejado de ellos, el conductor le dice a su esposa:

– Ves como es una excelente idea, el emborrachar también al niño.

El huésped del hotel pide un cepillo:

– Si desea cepillar algo, solo tiene que entregarlo y nosotros se lo cepillaremos.

– Lo siento pero es para toda la noche… Es que si no toco pelo, no puedo dormir.

La policía hace soplar al conductor y resulta positivo. La esposa le regaña:

– Te dije que sin carrnet no podías conducir.

El niño añade:

Te dije papa que te pasabas el semáforo en rojo.

Y la abuela que va detrás:

– Ya me parecía a mí que con un coche robado no llegaríamos muy lejos.

Dos amigos entran en un bar especializado en bocadillos raros:

– Verás como el que voy a pedir no pueden hacerlo.

Llega el camarero y les pide que desean:

– Un bocadillo de cerebros de mosquitos.

El camarero se retira y cuando regresa les dice:

– Lo siento, no podremos complacerles, porque se nos ha terminado el pan.

Entra en un bar y pide un café con leche y una magdalena:

– Lo siento, pero se nos han terminado las magdalenas.

– Pues que sea un cortado y una magdalena.

– Lo siento, pero se nos han terminado las magdalenas.

– En este caso, un café solo y una magdalena.

– Lo siento, pero se nos han terminado las magdalenas.

– Bueno pues… traigame solo una magdalena.

Un amigo al otro:

– ¿Sabes que gusto tiene chupar un huevo?.

– No.

– ¡Pues chúpamelo!. ¿Te has molestado?.

– no.

– Pues chupame el otro.

Un niño al compañero de colegio:

– Te aseguro que mi padre fuma por el culo… He visto sus calzoncillos llenos de nicotina.

La hija a su padre delante de todo el mundo:

– Abrochate la bragueta papá.

Cuando están a solas, el padre le dice a su hija, que delante de extraños debe cuidar su lenguaje y decir las cosas con cierto disimulo. Por ejemplo en este caso podía haber dicho:

– Papá abrochate la americana. El padre ya habría comprendido.

Otro día están en un restaurante con invitados, el padre sale del lavabo y la hija le dice:

– Papá abrochate la americana y metete la corbata dentro.

La esposa llega a casa con un elegante abrigo, el marido con admiración: Aaaaaaa.

Ella le responde: Eeeeee.

El marido haciendo el gesto característico del dinero con los dedos: Iiiiii.

Ella disimula y dice: Oooooo.

Él pone dos dedos en la frente como dos cuernos y dice: Uuuuu.

La niña llega a casa y le confía a su mamá:

– Pepe la tiene como un tren.

– ¿De grande?. – ¡No, no!. ¡De sucia!.

Están todas las monjas en el patio montadas en bicicleta y riendose a carcajadas. Llega la madre superiora y les dice:

– Si no paráis de reír inmediatamente, os pongo otra vez el sillín en las bicicletas.

Una joven va a un circo a pedir trabajo:

– ¿Que es lo que sabe usted hacer?.

– Verá usted, yo solo sé partir nueces con los labios del pubis.

– En este caso queda usted contratada inmediatamente.

– Verá usted, es que si no contrata también a mi madre no puedo quedarme.

– ¿Y qué sabe hacer su madre?.

– ¡Hay pobrecita!. ¡Ella hace lo mismo que yo pero solo sabe hacerlo con cocos!.

El terrateniente contrata a un mozo para labrar. A la hora del desayuno, se tienden los dos en una sombra y el dueño le dice:

– Mira ahora vamos a engañar a todos, van a pensar que estamos desayunando y no lo haremos.

Un poco más tarde, el dueño se da cuenta, que el mozo labra siempre por el mismo surco, cuando le pregunta porque lo hace, le contesta:

– Estoy engañando a todos. Piensan que labro y no labro.

Dos turistas ven a dos pastores en la alta montaña y deciden aprovecharse del obligado ayuno sexual de ellos para pasar una noche inolvidable. Para que el acto no tenga consecuencias les obligan a ponerse unos condones que ellas traían.

Satisfechas las jóvenes se despiden de los pastores. Al cabo de quince días uno de ellos dice al otro:

– Mira, si se quedan preñadas que se queden, pero yo me saco el condón ahora mismo.

El altar de la iglesia de un pueblo necesitaba reparaciones.

Recomiendan a un pintor, que estaría dispuesto a trabajar solo por la comida. Después de muchos días de trabajo el rector empieza a temer que las obras duren eternamente y decide dar solo pan y cebolla al pintor. A los pocos días da por acabadas las obras y dice que todo está a punto para la inauguración del nuevo altar. Cuando retiran la cortina, todo el pueblo queda pasmado, ya que Jesucristo en la cruz, está pintado de espaldas.

Cuando van a reclamar, el pintor les dice:

– Fue culpa del olor de cebolla, por eso se volvió de espaldas.

El campesino acaba de comprar una máquina de ordeñar vacas. Decide probarla él, se la enchufa y la pone en marcha. Al cabo de un rato llama desesperado, por teléfono, a la casa vendedora:

– Oiga por favor, ¿cómo se para la máquina de ordeñar vacas?.

– No se preocupe, se para sola cada veinte litros.

A la sorda le dicen gritando:

– A habido una riña… Una disputa.

– ¡Pues no sería tan niña!.

Pide a su amigo que le acompañe a pedir la mano de su novia para dar buenas referencias de él:

– ¿Dónde vive usted?.

– Tengo una pequeña casa…

– ¡Qué pequeña casa!. ¡Un gran palacio, esto es lo que tiene!.

– Tengo un pequeño coche…

– ¡Nada de pequeño coche!. ¡Un Ferrari es lo que tiene!.

El amigo iva exagerando todo lo que decía. Todo parecía marchar estupendamente, hasta que el suegro, se fijó en un grano, que el novio, tenía en la cara:

– No se preocupe, es solo un pequeño grano…

– ¡Nada de pequeño grano!. ¡Todo el cuerpo completamente podrido es lo que tiene!.

Va a pedir la mano de su novia y el suegro le dice que con su sueldo solo tiene para papel de Water.

Estudia y consigue un empleo mejor, pero el suegro le continua diciendo que con lo que gana solo tiene para papel de water. Cuando sale de la entrevista ve a su novia y le dice:

¡- ¡Adiós cagona!.

La amiga catalana le había dicho que Juan tenia un “Peujout com una casa”. Quedan citados y Juan se presenta con un pequeño utilitario. Más tarde le pregunta a su amiga:

– No me dijiste que Juan tenía un “Peujout como una casa”, pues a venido a buscarme con un coche muy pequeño.

– Entendiste mal, lo que te dije, es que Juan tenía un “Pijot com una casa”.

En tiempos de la descolonización. Le preguntan los amigos a que se dedicaba cuando estaba en las colonias:

– Me dedicaba a capar esclavos, aplastandoles los testículos entre dos piedras.

– Sería muy doloroso.

– Solo si te pillabas los dedos entre las piedras.

Mi marido es un sol… ¡Me pone negra!.

El encargado, pide explicaciones del porqué llega tarde, al obrero:

– Se trata de un problema sexual, no tengo cojones de levantarme.

Va al infierno y lo meten en una habitación con mujeres tendidas en divanes completamente desnudas, en las paredes estanterías llenas de botellas de vino y licores, alegre comenta:

– No pensaba que el infierno fuera así…

– Verás lo terrible que es, cuando sepas que ni las botellas ni las mujeres, no tienen agujero.

Los hombres son como el Parchís, matan una y cuentan veinte.

Dos niños en el colegio: – El tabaco es muy malo para las orejas.

– Será malo para los pulmones…

– Pues a mí aún me duelen las orejas de ayer, que me encontró mi padre fumando.

El cliente en el restaurante:

– Este pollo solo tiene huesos y piel.

– ¿Es que quería también las plumas?.

¿Sabes cuando mandarán la primera mujer a la luna?….- Cuando se tenga que limpiar.

Tienes los dientes como perlas.- ¿De blancos?.   – No, de escasos.

– ¿Tiene pajaritos?.

– Sí, ¿usted también?.

– No, yo vendo alpiste.

¿Sabes las medidas de Montserrat Caballé?.

– 80-60-80… La otra pierna también.

Persiguen a los locos que se han escapado del manicomio. Se suben a un árbol. Les ponen agua a presión y van cayendo todos menos uno… El que creía que era una pera de agua.

Oído al pasar:

– Yo tengo un seiscientos.

– Pues yo un Mercedes.

– También es un buen coche.

– Hijo mío, las grandes deudas no las pagues nunca.

– ¿Y las pequeñas papá?.

– ¡Déjalas crecer!.

Un pastor tiraba piedras a las ovejas usando el pene como palanca. Pasan dos chicas con un coche, lo ven y deciden aprovecharse.Cuando están satisfechas se despiden. Él desconfía y piensa que le han quitado algo. Cuenta las ovejas, los perros… Cuando quiere tirar otra piedra el pene no le responde:

– Ya sabía que me habían quitado algo.¡Me han quitado el muelle!.

Llegan a una casa de campo y piden si pueden hacerles una comida.

La dueña les contesta que no. Los excursionistas le piden una olla para hacer una sopa de piedras ya que no tienen nada más para comer.

Más tarde le van pidiendo, unos huesos, unas patatas, verduritas, unos trozos de tocino, embutidos, pasta, etc.

Cuando la campesina se da cuenta que poco a poco le han sacado una sopa estupenda les dice:

– Yo pensaba que solo comeríais piedras.

– Las piedras solo son para darle gusto.

La victima de un atraco explica a la persona que la está auxiliando:

– Me han atracado, pero he estado de suerte, porque no me han encontrado, el dinero que tenía escondido en el calcetín.

– ¡Démelo a mí! ¡Esto es un atraco!.

El niño a su madre:

– Mamá, ¿Porqué papá es calvo?.

– Porqué papá es muy inteligente.

– Mamá ¿porqué tú tienes tanto pelo?.

– ¡Niño, vete a jugar!.

Va a una clínica privada a hacerse un trasplante de pene:

– Tenemos de un millón de pesetas, de quinientas mil y de diez mil. ¿De que precio la quiere?.

Escoge la más cara y después de un tiempo comento con su amigo lo bien que le ha ido el trasplante. El amigo también va a la misma clínica pero escoge el trasplante de diez mil pesetas.

Después de un tiempo el del trasplante barato le dice a su amigo lo mal que le va. Le pide se la deje ver y exclama:

– Claro que te va mal… Te han puesto la mía.

“El Pupas”, cayó de culo y se rompió el pene.

Le despidieron de la tienda “Todo a Cien”, porqué no se acordaba de los precios