CHISTES ALBERT PUIGDELLIVOL (14)

¡Qué razón tenía mi padre cuando me decía!.

– Hijo mío, no vayas nunca, donde no sea correcto de ir.

– ¿Porqué padre mío?.

– ¡Porqué verás cosas, que no tienes que ver!.

– ¡Y era verdad!. La primera vez que fuí, le vi a él, sentado en la primera fila.

El abuelo está muy enfermo, deciden ponerle un trago de coñac en la leche, para reanimarle. Cuando se lo ha tomado les pregunta:

– Hijos míos, ¿de qué vaca es esta leche?.

– De la torda padre.

– Hijos míos, por mal que os marchen las cosas, ¡no la vendáis!.

El viejo judío está en su lecho de muerte. En la habitación de al lado, los hijos están discutiendo los precios de las diferentes formas de enterramiento. Les llama y les dice:

– Creo hijos míos que si marchamos enseguida, aún tendré fuerzas, para llegar al cementerio a pie.

Tienen que amputarle el pene, pero decide consultar con un médico que le han aconsejado. El doctor le visita y le dice:

– Creo que no será necesario amputar nada. Solo tendrá que subir a esta silla y saltar al suelo.

Ilusionado sube a la silla, salta al suelo y el doctor exclama:

– Ya está solucionado.

– ¿No tendrá que cortarmela doctor?.

– No, con el salto, ya se ha desprendido sola.

Dos amigos, cuyas esposas aprenden a conducir, se explican:

– Mi esposa me tiene frito, toda la noche está, soñando que conduce, me toma el pene como si fuera el cambio de marchas y ¡venga!, Primera, segunda directa…

– La mía mucho peor, sueña que le falta gasolina. Me toma el pene

lo enchufa y dice; ¡diez litros!.

Eran ocho hermanos y tenían a su madre en un pedestal…

Para que no la alcanzara el padre.

Los hijos cuando son pequeños te los comerías…

Cuando son mayores te arrepientes no haberlo hecho.

¿Me caso…? ¿No me caso…? Haga lo que haga, ¡me arrepentiré!.

La novia solo deja mirar, el coño, al novio. Este se acerca tanto que nota un cierto olor y pregunta:

– ¿Tu crees que se guardará hasta la boda?.

La chica monísima no tiene otro sitio donde dormir que en la cama del tonto del pueblo. Le han asegurado que es de fiar pero solo de meterse en la cama el tonto le pregunta:

– ¿Me dejas tocar la amapola?.

Ella se resiste pero se lo pide tantas veces que al final le dice:

– ¡Tócala, pero solo una vez y a dormir!.

El tonto salta de la cama muy contento, coge su armónica y empieza a tocar; amapola, lindísima amapola…

El pasajero, se acerca muy nervioso al capitán, gritando:

– El barco zozobra, el barco zozobra…

– “Mejó” que zozobre que no que “farte”.

– ¡María!. ¿Qué haces en el techo volando?.

– Es que se me ha descontrolado la compresa con alas…

– Doctor, ¿puedo bañarme con diarrea?.

– Sí, pero necesitará mucha…

Dos viajantes duermen en una cama de matrimonio, porqué en el hotel no tienen más sitio. Mientras les entra el sueño deciden simular un partido de futbol, cada pedo que hagan será un gol.

Todo marchaba bien hasta que uno de ellos, de tanto apretar se caga en la cama. Entonces dice:

– Media parte, cambio de campo.

El otro va al otro lado de la cama, se encuentra el pastel y dice: – Se suspende el partido por campo encharcado.

Tres amigos deciden jugar al golf. Uno de ellos no ha jugado nunca y pide a los demás que le explique las reglas:

– Mira, se necesitan un palo, unas pelotas, y un agujero.

– Yo pondré el palo.

– Yo pondré las pelotas.

– Yo no juego.

En el “Gran Hotel”, acaban de estrenar la “Piscina Mágica”. Invitan al Rey, a Felipe González, y a Fernando Morán a la inauguración.

Se trata de una piscina tan moderna, que antes de lanzarse del trampolín, el usuario pide un líquido y se llena automáticamente según su deseo. Empieza el Rey, desde el trampolín dice:

– ¡Champán!.

Y la piscina se llena de champán. Felipe González pide:

– ¡Fino de Jerez!.

Y se llena de Jerez. Cuando le toca el turno a Fernando Morán, sube al trampolín, pero en el último escalón tropieza, da unos pasos en falso y se cae a la piscina mientras exclama:

– ¡Mierda!.

A Fernando Morán lo echan del “Gran Hotel”, por mearse en la piscina. Él replica al director:

– Pero si todo el mundo lo hace.

– Pero no, desde el trampolín.

Al Rey le regalan un coche. Intenta ponerlo en marcha, pero no puede introducir la llave. Uno de los mecánicos le dice:

– Majestad, con los dientes hacía arriba.

El Rey levanta la cabeza y abre la boca, enseñando los dientes.

Fernando Morán visita el zoológico y queda admirado de un visitante japonés que hipnotiza a los peces. La guía le explica:

– No tiene ningún mérito, se trata de animales con muy poco cerebro, por lo tanto es muy fácil hipnotizarles.

Morán intenta hacerlo y es él, el que queda hipnotizado.

Dos moscas de las grandes, están posadas sobre una gran mierda de vaca. La una dice a la otra:

– ¿Te cuento un chiste sucio?.  

– Ahora no, que estamos comiendo.

A un oculista, le echan del Colegio de Médicos, acusado de dejar ciegos a sus clientes. Se excusa diciendo:

– Para lo que hay que ver…

En la fábrica de aviones tenían un gran problema. Se rompían las alas de los aviones. Ningún ingeniero encontraba la solución, hasta que uno de ellos, propuso hacer unas perforaciones en el lugar donde se rompían las alas. Probaron las nuevas alas perforadas y resultó un éxito absoluto. Todos querían saber como había descubierto el gran invento. Al fín confesó:

– Me reveló el secreto el encargado de los lavabos… Tenía la experiencia del papel de water.

Un hombre sentado en un banco, de los que tienen listones de madera, va arrastrando el culo de un lado al otro. Dos médicos que lo están observando comentan:

– Seguro que tiene almorranas y le molestan.

– No lo creo, más bien parece urticaria, ¡vamos a preguntárselo!.

– Ni lo uno, ni lo otro, ¡se me ha enganchado un huevo!.

Entra en la farmacia y pide un remedio para la tos. El aprendiz le da un fuerte purgante y se lo toma allí mismo. Al poco rato el farmacéutico se da cuenta del error y sale a la calle en busca del cliente para avisarle. Lo encuentra agarrado a una farola y le pregunta:

– ¿Cómo está usted, aún tose?.

– ¡No me atrevo!.

El monaguillo catalán está a punto de cazar un ratón, cuando el cura, que oficia la misa en latín dice:

– Sum sum corda.

El ratón se asusta con estas palabras y se va, el monaguillo exclama:

Sum sum merda, ara que la tenía me las feta perda.

El castellano bebía agua contaminada en una fuente.

El catalán le avisa:

– Comte que es dolenta.

– Hableme en castellano que no le entiendo.

– Que beba despacio que está muy fría.

Un pobre dice a su compañero de ir al cementerio a comer lo que tengan en el estómago los muertos. Llegan al cementerio, abren el estomago del primer cadáver que encuentran y está lleno de judías con butifarra. Empiezan a comerlas, cuando una gran mosca se posa sobre el estómago abierto. Uno de los pobres no puede resistir el espectáculo y empieza a vomitar. El otro se va comiendo las judías vomitadas diciendo:

– Calentitas, calentitas es como más me gustan.

Una pareja está delante de la jaula de los gorilas. El hombre le dice a la mujer que enseñe los pechos al gorila. Ella lo hace. Después que se levante la falda, también lo hace. El gorila entra en celo, se levanta, rompe los barrotes y se dirige a la mujer. Ella asustada le dice a su marido:

– ¿Y ahora que hago?.

– Prueba a decirle lo mismo que me dices a mí, que te duele la cabeza, que estas cansada, etc.

El marica quiere quedarse preñado. Va al médico y este, para complacerle, le pone un tapón en el ano. De esta forma se le va hinchando la barriga, hasta un buen día que está en un bosque y le viene un gran dolor de vientre que él cree es el dolor del parto. Cuando le sale el tapón y se le deshincha la barriga, ve un mono subido en un árbol y le dice:

– Mira que eres feo, pero como te he parido, tendré que quererte.  

Era un hombre tan bajo, que cuando hacía un pedo, levantaba polvo

¿En qué se parecen los ojos a los Reyes Magos?.

– El tercero es negro.

Una cosa buena tiene la calvicie: Es limpia.

Es más difícil ser buen ganador que buen perdedor; se tiene menos experiencia.

Si usted no resiste la soledad, puede que también aburra a los otros.

No puede decirse nada sobre mujeres, y si se pudiera, no se debe.

Con mucha frecuencia una conciencia clara es meramente el resultado de una mala memoria.

A veces algunas naciones eliminan a Dios; afortunadamente, Dios es más tolerante.

El problema de ser padre es que cuando se tiene experiencia se está sin empleo.

Es fácil saber cuándo se está en el camino cierto: es cuesta arriba.

Los pesados pueden dividirse en dos clases: aquellos que tienen tema propio y los que no necesitan tema alguno.

Al huir de la tentación, asegúrate de no dejar tus señas.

La capacidad del hombre para implantar la justicia hace la democracia posible; pero la inclinación del hombre hacía la injusticia hace la democracia necesaria.

La seguridad social beneficia a todos, menos a los contribuyentes.

La Psiquiatría es el arte de enseñar a las personas cómo sostenerse en sus propios pies mientras se reclinan en una tumbona.

Había más gente, que en casa de la Preysler, el “Día del Padre”.

Años de universidad: Las únicas vacaciones que tiene un chico entre su madre y su mujer.

Confusión; es una mujer, más una vuelta a la izquierda.

Emoción; es dos mujeres y un secreto.

Manicomio; es tres mujeres, más una venta posbalance.

Caos; es cuatro mujeres, más la cuenta de una comida.

El primer error fue inventar el calendario. Esto nos llevó irremisiblemente a tener lunes.

Si hay algo más difícil que dejar una mala costumbre, es dejar de contar a otros como se consiguió.

Una vez el duque de Devonshire dijo a algunos amigos:

– La otra noche soñé que estaba pronunciando un discurso en la Cámara de los Comunes. Entonces desperté y, ¡Dios Mío!, lo estaba pronunciando de verdad.

En una conferencia internacional, un periodista le preguntó a un apresurado diplomático su opinión sobre cierto problema internacional. El diplomático le contestó:

– No me moleste ahora. Tengo que hacer un discurso. Este no es el momento de pensar.

Una mujer que ayudaba a su esposo a escoger un traje nuevo, después de mucho discutir le dijo finalmente:

– Bueno cómprate el que tú quieras. Después de todo, eres tú quien vas a llevarlo.

– Bueno, pienso que por lo menos llevaré la chaqueta y el chaleco

– Hija (dijo una madre), ¿no te he dicho que no dejes entrar ningún hombre en tu apartamento?. Sabes que esas cosas me preocupan.

– No seas ridícula mamá. Esta vez fuí yo a su apartamento. Ahora deja que sea su madre la que se preocupe.

En una clínica el médico entrevista al paciente.

– Si descubro que es necesario operarle, ¿Tendría usted el dinero para pagar la operación?.

– Oigame doctor. Si no tengo el dinero, ¿Creerá usted necesario operar?.

La mujer le dice a su marido:

– ¿Has notado que las máquinas son cada día más inteligentes que los hombres?.

La esposa a un iracundo marido:

– Normalmente, ni soñaría abrir una carta dirigida a ti, pero esta venía marcada, “personal”.

Le decía un jovencito a otro:

– Tuve una larga conversación con mi padre sobre chicas. El tampoco sabe nada sobre ellas.

Un estudiante quería hacer un estudio sobre delincuencia juvenil.

Llamaba a las nueve de la noche para preguntar a los padres si sabían donde estaban sus hijos a esta hora.

Desistió al estudio porqué todas sus llamadas eran contestadas por niños que no tenían ni idea de donde estaban sus padres.

A un joven que solicitaba empleo le preguntaron si estaba casado:

– No, pero sé cumplir órdenes, si es eso lo que quiere saber.

El esposo a su mujer:

– Una cosa buena tiene la televisión. ¡Mientras menos apto para menores es el programa, más quietos se quedan los niños!.

Ella es el vivo retrato de su padre, con la banda sonora de su madre.

¿Qué es un peatón?.

– Un marido que no creía que la familia necesitaba dos coches.

Cada año se tarda menos en cruzar el océano y se tarda más en llegar a la oficina.

Lo terrible es que el automóvil de mañana lo conducen conductores de hoy por carreteras de ayer.

Después de un día en que los niños habían estado muy pesados, una joven madre dijo:

– Voy a salir a dar un paseo con el coche. Quiero tener en mis manos algo que pueda controlar.

En una fiesta le dice un hombre a su amigo:

– Estoy cansado. Creo que voy a coquetear con alguna mujer guapa para que mi esposa me lleve a casa.

El matrimonio da derecho a la mujer a la protección de un hombre fuerte, que le sujeta la escalera mientras ella pinta el techo de la cocina.

Un anciano redacta el testamento al notario:

– A mi hijo Jaime le dejo Diez millones. A mi hijo Juan la misma cantidad, y a mis seis nietos, cinco millones a cada uno…

El notario le interrumpe:

– Perdone pero usted no tiene tanto dinero, nunca podrán heredar esas cantidades.

El anciano se sentó en su lecho indignado y gritó:

– ¿Heredarlo?. ¡Que lo ganen trabajando como yo!.

– Quisiera tener bastante dinero para comprar un elefante.

– ¿Y para qué necesitas tú el elefante?.

– ¡Yo solo necesito el dinero!.

– Soy bastante escéptico en lo que respecta a los hospitales después de lo que le pasó a mi madre en uno de ellos.

– ¿Que le pasó?… – Me tuvo a mí.

Dos turistas perdidos encuentran a un matrimonio de campesinos y les preguntan cuanto falta para llegar al pueblo más próximo:

– Unas tres horas. (Responde el hombre).

Al ver el gesto de angustia de los turistas la mujer añade:

– Déjalo en dos horas Miguel, ¿no ves que están cansados?.

Las vacaciones veraniegas son grandes niveladoras. Aquellos que salen a veranear regresan tan escasos de dinero como los que se quedan en casa por falta de recursos.

Trabaja menos que el sastre de Tarzán.

Un hombre al que habían operado, estaba en el bar con un amigo que le invita a un café con leche. Para poder tomarselo, tiene que meterse una goma en el ano con un embudo en el otro extremo.

Cuando tiene el artilugio instalado pide al amigo que le eche el café en el embudo poquito a poco. Cuando le llegan al cuerpo las primeras gotas de café lanza un gran alarido. El amigo le pregunta:

– ¿Está demasiado caliente?.

– ¡No, lo que pasa es que no le has puesto azúcar!.

El sastre en vez de arreglar el traje, recomienda a su cliente que levante el brazo, estire la pierna y se incline un poco, de esta manera el traje le queda perfecto y sin arrugas. Cuando sale de esta forma a la calle dos personas que andan detrás de él comentan:

– Mira que traje tan bien tallado lleva este hombre, él es tan deforme y el traje no le hace ni una arruga.

Un avión se estrella y solo se salva una mona. Como no encuentran la “caja negra” deciden intentar que la mona explique a un técnico del zoológico el motivo del accidente. El técnico pregunta a la mona:

– ¿Que estaban haciendo el piloto y la tripulación en el momento del accidente?.

La mona hace unos gestos como si estuviera haciendo el coito.

El técnico continua:

– ¿Y los pasajeros?.

La mona repite los mismos gestos de antes.

– ¿Y tú que estabas haciendo?.

La mona levanta los brazos como si estuviera volando.

La mona del circo está triste(es la primera atracción). El veterinario que la visita, dice al director del circo, que lo que necesita la mona es un mono.

El director del circo se informa a ver si en el pueblo hay un animal que pueda satisfacer a la mona. El alcalde le dice que no hay ningún mono pero puede probar si “El Eustaquio” está dispuesto a satisfacer a la mona. El director se entrevista con “Eustaquio” y le pregunta si está dispuesto a hacer el “trabajo” por cuarenta mil pesetas, este contesta:

– Lo haré con tres condiciones; primera nada de besos en la boca, segunda llevaré condón, y tercera las cuarenta mil pesetas las pagaré a plazos.

El marido dice a la esposa que está desesperado y piensa suicidarse tirandose de la ventana. La esposa le contesta: – ¿No ves que estamos en un primer piso?.

– Es igual, me tiraré cuatro o cinco veces.

Era un hombre con tantas deudas, que cuando entraba en un banco… ¡Sonaba la alarma!.

– ¿Que es un cocodrilo?.

– Una lagartija de Bilbao.

Uno de Bilbao, entra en la librería y pregunta:

– ¿Ya ha salido el “Mapamundi de Bilbao”?.

Un cura de Bilbao hace el sermón del domingo:

– Hermanos, debemos ser más humildes, tomar ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo, que nació en Belén… ¡Estando en su mano el nacer en Bilbao!.

El madrileño está de viaje en Bilbao y llama, por teléfono, a su esposa, esta le pregunta:

– ¿Cómo está el tiempo en Bilbao?.

– Hace “chirimiri”, pero yo como no entiendo el vasco no me mojo.

Un hombre encuentra a su hija con un pepino en la mano. Más tarde un amigo lo encuentra en el bar completamente borracho, con el pepino sobre el mostrador, y le pregunta.

– ¿Que estás haciendo por aquí?.

– Ya ves… Tomando unas copas con mi yerno.

Un vasco no conseguía vender su viejo coche con 290.000 Km

Un amigo le aconseja llevarlo a un taller, para que le pongan el cuenta kilómetros más bajo. Después de un tiempo vuelven a encontrarse y el amigo le pregunta:

– ¿Ya vendiste tu coche?.

– Mi coche no está a la venta… Ahora solo tiene veinte mil kilómetros.

Un vasco bajito y enclenque, se apunta a un concurso de cortar troncos en Bilbao, lo gana y deja al publico y a los demás concursantes admirados. Todos los periodistas le preguntan dónde aprendió a cortar árboles con tanta maestría:

– En el Zahara. Responde.

– ¡Pero si no hay arboles!…

– ¡Ahora ya no!

Dos vascos, muy exagerados, en la escuela:

– ¿A ti, cuánto te da el problema?.

– Infinito.

– ¿No te parece poco?.

Dos vascos van por la calle y ven un letrero enorme que dice:

Aceros de Bilbao. Uno dice al otro:

– Pues yo no me hago, ¡Que se jodan!.

Un camionero vasco está contando en el bar:

– El otro día al bajar del camión, se me enganchó el cinturón de seguridad y un poco más vuelco el camión.

¿Qué diferencia hay entre un catalán y un vasco i un madrileño calvos?.

El vasco se compra una chapela, el madrileño se conpra una peluca y el catalán se vende el peine.

Tomás murió de cataratas.

– ¿En la operación?.

– ¡No, le empujaron!.

Uno va en coche por una zona rural y le adelanta un pollo corriendo, al poco rato le adelanta otro pollo. Admirado pregunta a un agricultor:

– Perdone usted, pero me ha parecido ver a unos pollos que adelantaban al coche corriendo. ¿Es posible?.

– Sí señor, como en el mercado hay mucha más demanda de muslos de pollo que de pechugas, hemos logrado hacer unos pollos con cinco patas.

– Es admirable, ¿y son tan sabrosos como los otros?.

– No lo sabemos, todavía no hemos logrado alcanzar a ninguno.

Se paseaba por la calle, con un palo en cada mano, y de tanto en cuanto los hacía sonar. Un amigo le pregunta qué está haciendo:

– Estoy asustando a los elefantes.

– Pero si en España no hay elefantes…

– Te das cuenta lo efectivo que es este sistema…

Salía a buscar setas con un bastón enorme:

– ¿Para qué llevas este bastón tan grande?.

– Por si encuentro alguna de venenosa…