CHISTES ALBERT PUIGDELLIVOL (17)

Está preguntando precios en la tienda donde venden tortugas:

– Esta mil pesetas aquella más grande cinco mil y esta cien mil…

– ¿La última es muy cara porqué?.

– Es que sabe chuparla muy bien, es una verdadera maravilla, si quiere puede probarla un par de días…

Pasan los días y como no la devuelve ni la paga, el vendedor decide visitar el domicilio del cliente, encuentra a éste con la tortuga en la cocina… ¡Enseñandola a guisar!.

Había una señora, que siempre que estaba de luto… Cambiaba el canario por una golondrina.

Un grupo de turistas visita el pueblo, y acude al espectáculo que daba un mozo, rompiendo avellanas con el pene.

Vuelven al cabo de treinta años y ven que el mozo, convertido ya en un respetable abuelo aplasta melones del mismo modo que antes aplastaba avellanas. Preguntan el motivo del cambio y el abuelo les contesta:

– Es que con los años se me ha estropeado mucho la vista…

Soy tan pobre, que solo tengo mis sueños…

Tu que andas con paso firme… Mira de no pisarlos.

Todos estamos un poco vencidos… Gracias a Dios.

Media vuelta a la derecha, es igual que media vuelta a la izquierda… Pero al revés.

El Poderoso hombre de negocios, ve a la muerte. Piensa que lo está buscando y decide tomar un avión a un lejano país, donde toma un tren para llagar a una lejana montaña, a la que sube a pié hasta llegar a una escondida gruta. Penetra en ella hasta el fondo, allí respira tranquilo, pensando que, la muerte, nunca podrá encontrarlo en tan escondido lugar.

Entonces se le aparece la Muerte y le dice:

– Tenía una cita contigo, para hoy a esta hora, en esta gruta. Quedé muy extrañada de verte ayer, en la otra parte del mundo.

– Tu mujer te engaña con tu mejor amigo… Se fue a casa y mató al perro.

El loro siempre decía:

– ¡Cuidado con el escalón!.

¡Todo el mundo tropezaba porqué no había ningún escalón!.

La mujer pregunta al médico: – ¿Soy estéril?.   – ¡No, Obélix!.

El marido pregunta a la esposa:

– ¿Qué soy?.     – ¡Impotente!.     – Quiero decir de día cariño.   – ¡De día gilipollas!.

Tenía una carrera en la media… Por donde se le salía la pierna.

Los caníbales no se comen a los exploradores tartamudos… Repiten mucho.

Tenía el cuello tan largo, que le llegaban los yogures al estomago… ¡Caducados!

– ¿Papá, dejas que compre pegamento?.   – ¡No!

– ¿Papá, dejas que compre pegamento?.   – ¡No!

– ¿Papá, dejas que compre pegamento?.  – ¡Deja de molestarme o te pegaré!.

– ¿Cómo vas a pegarme si no tenemos pegamento?.

– Por cualquier tontería mi mujer se pone “histórica”.

– ¡Querrás decir “histérica”!.

– No, no, quiero decir “histórica”… ¡Que me repite siempre la misma historia!.

Un elefante por la selva ve a un hombre desnudo y le pregunta: – ¿Con esta trompa comes tu?

Necesitaban un poco de semen para un análisis;

Ni la madre con la mano, ni la hija con la boca…

Lograron abrir el bote.

En el restaurante, el cliente pide una ración de “Pollo del Prat”.

El cocinero le sirve el primero que encuentra. El cliente mete un dedo en el culo del pollo, lo huele y dice que aquel pollo no es del Prat sino de Tarragona.

Le sirven otro. Mete el dedo, huele, y dice que no lo quiere, porque es de Gerona.

Entonces sale el cocinero personalmente y antes que el cliente pueda decirle nada el cocinero le dice:

– Podría saber usted de dónde soy yo, con el mismo sistema que los pollos… Nací en un orfanato y siempre quise saber mi origen.

Otro cliente quería crema fabricada con leche del Cadí.

Cuando le servía un plato, el camarero metía la cuchara, la olía, y rechazaba la crema por ser la leche de otro sitio.

Al cuarto viaje que el camarero hace a la cocina para cambiar la crema, aprovecha para pasar la cuchara por la entrepierna de la cocinera y escarmentar al pesado cliente.

Este una vez más huele la cuchara y esta vez exclama:

– ¿Que trabaja aquí la María?.

N. B. A. Significa: Negro Bastante Alto.

La señora de noventa años se confiesa que la han violado:

– ¿Cuándo le ocurrió?.

– Cuando tenía veinte años.

– ¿Y no lo había confesado hasta ahora?.

– Sí… Pero me gusta decirlo.

Jordi Pujol no tiene que agacharse para atarse los zapatos.

Estaba más perdido que Jesulín de Ubrique en un museo.

– ¿Son de “silicoña” o naturales?.                       ¡Viva el “fornicio”!.

Tenía una radio tan pequeña que… En vez de estaciones solo cogía apeaderos.

Era tan bajo que para bajar de la acera necesitaba paracaídas.

Eructo: Pedo con ascensor.        

Pedo: Eructo con paracaídas

Era tan bajo que la uña del pie le servía de visera.

El blanco y el negro están orinando. El blanco ve las dimensiones del miembro del negro y le pregunta cómo ha logrado tenerlo tan desarrollado:

– En la tribu, tomamos dos piedras y nos damos golpes hasta que se nos pone así de grande.

Puedes probarlo y pronto verás los resultados.

Después de un tiempo vuelven a encontrarse y el negro, le pregunta al blanco, por el resultado del experimento:

– ¡Maravilloso!… Aún no me ha crecido, pero ya la tengo tan negra como tú.

El Capitán Pirata gritó: – ¡Abordar el barco!…   El barco les quedó precioso.

El Capitán Pirata gritó: – ¡Tiraros a la mar!…     Y la mar quedó preñada.

El maestro, pregunta al alumno distraído que, está mirando a una chica monísima que pasa por la calle:

– ¿Cómo se llamaban las tres carabelas?.

– ¡Santa María, que Pinta tiene la Niña.

Los suspiros son aire y van al aire

Las lagrimas son agua y van al mar

Y un amor cuando se pierde

¿Sabes tú a donde va?.

Axis és com vosté diu,

vosté diu axí com és,

i tal com vosté diu és

Ballan la sardana ens barem coneixer.

ballan la sardana ens barem anemorar.

ballan la sardana ens barem cassar…

¡I ara sí que la ballem!.

Oye ruido por la noche. Se levanta y se rompe la nariz contra una puerta. Una vecina que acude a auxiliarle, intenta curarle con alcohol, y tira todos los algodones al water, mientras otros vecinos lo llevan al hospital.

Vuelve del hospital y está sentado en el water, cuando se le ocurre encender un cigarrillo y tirar la cerilla dentro la taza. Una gran llamarada le quema las partes nobles y esta vez, los vecinos, llaman a una ambulancia para que le lleve al hospital.

Cuando los camilleros lo bajaban por la escalera, no pueden contener la risa y lo tiran escaleras abajo.

Esta vez se quedó ingresado en el hospital.

Carga a un autoestopista y resulta que le propone relaciones amorosas, además es homosexual.

Se desembaraza con mucho esfuerzo de él y cuando llega a su casa, su esposa lo está esperando para llevar a la suegra al hospital.

En el camino descubre un zapato dentro del coche y se desembaraza de él disimuladamente para no tener que dar explicaciones de su aventura con el homosexual.

Cuando llegan al hospital es su suegra la que no encuentra su zapato por ninguna parte.

Llega un nuevo alumno a la clase. Es de nacionalidad Japonesa y el profesor pide a todos los alumnos que tengan comprensión y no se muestren racistas con él.

En la clase de Historia el profesor pregunta:

– ¿Quién pronunció la frase “Llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre?”

Todos están callados menos el japonés que levanta la mano y contesta:

– La madre de Boabdil, Rey de Granada, en 1.492.

Un alumno dice:

– ¡Malditos japoneses!.

El profesor. – ¿Quién a dicho esto?.

– El general Mac Artur en 1.943.

En el cementerio sale una mano de debajo la tierra y se escucha una voz profunda que dice:

– ¡Estoy vivo, estoy vivo!.

El sepulturero la pisa con fuerza y dice:

– Lo que estás es mal enterrado.

En la escuela el profesor pregunta:

– Definición de una hiena.

– Es un animal que come carroña, se apareja una sola vez al año, y parece que se ríe.

Otro alumno comenta a su compañero:

– Si come mierda, y solo jode una vez al año… De que se ríe.

¿Prefieres hacer el amor o celebrar las navidades?.

– Celebrar las Navidades… Es más a menudo.

El niño era tan feo que, su madre, en vez de darle el pecho… Le daba la espalda.

Un borracho tropieza con otro hombre y le dice:

– A ver si miras por donde voy…

En el psiquiátrico se vuelven locos en cuanto me ven…

En el colegio de ricos un alumno comenta s sus compañeros:

– Cuando vienen a buscarme con el “Mercedes”, evidentemente es que el “Rolls” está estropeado.

– Pues a mí cuando viene el chofer solo a buscarme, evidentemente es que la niñera está enferma.

– Pues cuando mi padre lleva en la mano el “Financial Times”, evidentemente es que va a cagar.

La señora Pérez insiste en que su marido la lleve a una sala de fiestas.

El Portero, el camarero, y todas las chicas le tratan como si fuera un cliente habitual.

Cuando salen toman un taxi. La mujer afea la conducta del marido. El taxista dice:

– Señor Pérez, si esta puta le está molestando la tiro del taxi.

Los hombres y los cepillos de dientes… Sin pasta no sirven para nada.

En el cielo, Dios, manda sentarse a todos los ángeles; estos contestan: – ¿Con Qué?.

Cada día el cliente tomaba su Cubalibre y pagaba con cinco monedas de cien pesetas que dejaba repartidas a lo largo de toda la barra.

Un día pagó con un billete de mil pesetas. El camarero molesto, aprovechó la ocasión, para ponerle cinco monedas de cien pesetas a lo largo de toda la barra.

Entonces fue cuando el cliente le dijo:

– Hoy me tomaré otro Cuba- Libre.

El que no se comía una rosca y su amigo, contratan a cuatro putas y se encierran con ellas en una habitación a oscuras. Al cabo de un rato grita:

– ¡Organización, Organización!. ¡ Solo hace media hora que hemos empezado y ya me han dado por detrás dos veces!.

En la maternidad, tres criaturas en sus cunitas, la una dice a la otra:

– ¿Y tú que eres?.

– Creo que soy niña, veo que me han puesto zapatitos color de rosa. ¿Y tú?.

– Yo creo que soy niño, veo que me han puesto zapatitos color azul. ¿Y tú?. Al del otro lado.

– Yo no lo sé, tengo los cojones tan grandes que no me veo los pies.

El jorobado se va a Lourdes y se cae de lo alto de las escaleras que suben al Monasterio. Mientras va rodando escaleras abajo va rezando:

– Virgen Santa, haced la gracia que solo quede jorobado.

Los toreros hacen dos gestos característicos antes de salir al ruedo, que nada tienen que ver el uno con el otro:

Hacen la señal de la cruz… y se tocan los cojones.

La mujer torero Cristina Sánchez, no lleva las pilas del traje de luces, en la entrepierna, como los toreros masculinos… Ella lleva una placa solar.

Antes los niños, no se acordaban de lo que les había dicho su madre que comprasen. Cuando llegaban a la tienda tenían que regresar a preguntar otra vez.

Ahora los niños saben exactamente qué tipo de juego quieren para su ordenador personal…

Pero el distribuidor les dice:

– Se acabó ayer.

El cura, muy enfermo, pide ver, antes de morir, una mujer desnuda.

Cuando la puta del pueblo accede a mostrarse, el cura dice:

– Qué desilusión… Son igual que las monjas.

La fábrica de condones estaba llena de gente. ¡Venían a reclamar!

Ligo; luego existo. No ligo; luego insisto.

Hombre invisible, busca a mujer trasparente, para hacer cosas nunca vistas.

Las niñas buenas van al cielo… Las malas a todas partes.

El día que leí que, beber y fumar eran malos para la salud… Dejé de leer.

Mozart no fumaba… Murió joven.

No bebas agua… Los peces hacen el amor dentro.

Mi mayor virtud… Es mi gran modestia.

Antes era muy vanidoso… Ahora ya soy perfecto.

No solo soy el mejor… También soy el jefe.  

No es una calva… Es un panel solar para una máquina de sexo.

Dios hizo unas cuantas cabezas perfectas… A las demás les puso pelo.

Vendo (o cambio pagando la diferencia) marido inteligente, con empleo, coche, teléfono móvil, no fuma, no bebe, ni nada. Entrega inmediata.

(Pegado en una puerta). “Niño recoge la habitación, no encuentro la cama para hacertela”.

(En la misma puerta). “Mamá, no puedo recoger la habitación… No encontraría las cosas”.

Cuanto más estudio, más sé.

Cuanto más sé, más olvido.

Cuanto más olvido, menos sé.

¿Para qué estudiar?.

¿Si comes, bebes y follas; porqué te casas gilipollas?.

¿Deseas hacer el amor conmigo?. Si dices no, dame un beso. Si dices sí, solo sonríe.

A los veinte años, dos cada día.

A los treinta años, uno cada día.

A los cuarenta años, uno cada día… Que se puede.

A los cincuenta años se puede… Presumir.

A los sesenta años… ¿Qué cosa es eso?.

Santo Tomás de Aquino dedicó toda su vida a estudiar y enseñas la Fe Católica.

Hasta que Dios se le apareció y le preguntó. ¿Qué deseas?.

– Conocerte. Fue la respuesta…

Desde aquel día no volvió a escribir ni a predicar más. Se retiró hasta su muerte.

Quien conoce la Suprema Verdad… No tiene palabras para contarlo.

La he visto. Me ha mirado. Hoy creo en Dios.

Entre el sí y el no, de una mujer, cabe un alfiler.

En la misma época, en el mismo siglo, en el mismo año, el mismo día, en el mismo tren y en el mismo asiento; coinciden dos hombres.

Un sencillo hombre del campo, de los que se levantan con el sol y buscan el pie del arco iris; conocen el aroma de las plantas silvestres, sueñan fantasías y quedan extasiados con el majestuoso espectáculo de una puesta de sol.

Y un ilustrado doctor en matemáticas, taciturno, malhumorado y aburrido.

Cuando el tren arrancó, el hombre del campo, quedó extasiado contemplando el paisaje que desfilaba delante de sus ojos. Los frutos maduros colgando del árbol, el río que abrazaba a la orgullosa montaña que, recortaba su silueta en el cielo, las majestuosas nubes flotando como inmensos copos de algodón…

El matemático sintió crecer su aburrimiento y le dijo:

– Para pasar el rato podríamos jugar al juego de las preguntas; yo hago una pregunta, si no la sabes me das mil pesetas, después tu me haces una pregunta a mí y suponiendo que yo no la sepa, te pago a ti mil pesetas.

– Esto no sería nada justo; tú eres una persona muy instruida y yo soy muy inculto, no sería buen negocio para mí. Le contestó el campesino y continuó contemplando el paisaje.

– En este caso cambiemos las reglas; yo hago la pregunta, si no la sabes (como seguramente pasará) me das mil pesetas. Tú me preguntas a mí, y suponiendo que yo no la sepa contestar (hipotéticamente claro) te doy diez mil pesetas.

– Esto me parece más justo y acepto, ya puedes empezar a preguntar. Dijo el campesino.

– ¿Qué es un átomo y cómo se desintegra?. Preguntó el matemático.

El campesino sacó un billete de mil pesetas y lo entregó al matemático. Después le preguntó:

– ¿Cuál es el animal que sube a la montaña con tres patas y la baja con cinco?.

Reinó un largo silencio entre los dos; el matemático calculando sin cesar hasta que llagaron a la estación de destino. Entonces reconoció que no sabía la respuesta y entregó diez mil pesetas al campesino. Al despedirse le preguntó.

– ¿Qué animal es ese?.

Entonces el campesino le entregó… mil pesetas.

El séptimo Pecado Capital es estar triste. Pero fue traducido del griego por “pereza”.

Algunos sabios sostienen que nada existe.

A uno le preguntaron:

– Usted cree en el Ser o en la Nada.

– Usted no sabe lo que pregunta. Si no existiera ¿Cómo podría hacerme preguntas?.

Regalan un loro muy mal educado a las monjas del convento. Su frase preferida era:

– Que muera la Madre Superiora.

Deciden pedir, a otro convento, un loro bien educado, para que enseñe a hablar al primero.

Los colocan frente a frente y cuando el primero decía:

– Que muera la Madre Superiora. El otro contestaba:

– Así sea.

Al que lleva la bragueta abierta, su amigo le dice:

-. Cuidado que tienes el garaje abierto.

-. ¿Pues habrás visto mi magnifico descapotable?.

-. Solo he visto un seiscientos con las ruedas deshinchadas

Pregàries dels fidels d´ Albert Puigdellivol Vila

a la misses celebrades per Mn. Jesús Maria Riezu,

pels Amics de Catalunya Cristiana, en el seu viatge a Irlanda.

                 ————

Senyor, no sé pas què damanar-vos,

ja que tinc molta por de equivocar-me,

i demar coses que no em seviran de res.

Deu-me Senyor, el que vós sabeu que em convé,

no pas per al meu cos,

que ja sé que l´he de deixar aviat,

sino pel bé de la meva ànima que… És eterna.

                 —————

Senyor, feu-nos concients que

la nostra vida serà con aquest viatge…

Molt curta.

I que al final de la mateixa,

tindrem que empendre l´última volada com ara…

Cap a “Casa Nostra”.

Feu Senyor que

tinguem les maletes preparades,

per aquesta última volada,

plenes de les coses impresindibles per a entrar en el cel.

No ens passi com a mi m´ha passat en el viatge a Irlanda que,

vaig agafar roba d´estiu… i feia fred.

Dublin, 8 de juliol de 1998.

                 ——————

Encara no sé què damanar…

Pels que estan com jo,

Jesús ens va ensenyar el “Pare Nostre”.

En el “Pare Nostre” hi ha la frase;

– “Faci´s Senyor la vostra voluntat”.

I quan es fa la vostra voluntat,

s´espanta el mateix Jesús,

i exclama: – “Aparteu aquet calze”.

Nosaltres ens espantem cada día en llegir al diari o escoltar les notícies.

Deu-nos força per a aceptar la vostra voluntat,

així a la terra com es fa en el cel.

Barcelona març de 1999.

Oración de Alberto Puigdellívol Vila

En las misas celebradas por Mn. Jesús María Riezu

Para los Amigos de Cataluña Cristiana, en el viaje a Irlanda.

Señor, no se que pediros

Ya que tengo miedo de equivocarme

Y pedir cosas que no me sean útiles.

Dadme Señor, lo que Vos sabéis que me conviene,

No para mi cuerpo, que pronto tendré que dejarlo,

sino para el bien de mi alma, que es eterna.

                       ______________

Señor, hacednos concientes, que nuestra vida será como este viaje… Muy corta.

Y que al final de la misma tendremos que emprender el último vuelo como ahora,

hacía “Nuestro Hogar”.

Haced Señor que tengamos las maletas bien preparadas para este último vuelo,

Con todas las cosas imprescindibles para entrar en el cielo,

No nos pase como nos ha pasado en este viaje a Irlanda que,

íbamos con ropa de verano… Y hacía frío.

Dublín, 8 de Julio de 1.998

                       ———————

Aún no sé que pedir,

para los que están como yo,

Jesús nos enseñó el “Padre Nuestro”.

En el “Padre Nuestro” hay la frase

Hágase Señor tu voluntad.

Y cuando se hace tu voluntad

Hasta el mismo Jesús se estremece y exclama,

–          “Apartad de mí este cáliz”.

Nosotros también nos dan espanto, cada día…

leer el periódico o escuchas las noticias.

Dadnos fuerza para aceptar vuestra voluntad,

Tanto en la tierra como en el cielo.

Barcelona Marzo de 1.999