CHISTES ALBERT PUIGDELLIVOL (3)

¿Quin número de telefon te?    – 1111111

– ¿Que es pensa que hem fará por?.

¡Se han llevado a mi hijo de soldado!.

– ¿Pensabas que se lo llevarían de general?.

El químico tenía dos hijas…  

Una era “Sosa” y la otra “Potasa”.

¿Estás gordo?.         – Como una tapia.

El cura a mitad de la misa de funeral, alza las manos y dice:

Pido un minuto de silencio en memoria del finado.

El niño a su madre vestida con un elegante abrigo de pieles:

– ¿No crees mamá, que un pobre animal tubo que sufrir mucho, para que tú pudieses llevar este abrigo?.

– ¡Cállate niño!. ¡No hables así de tu padre!

¿Lloras o te suda un ojo?.

Dos enamorados de la tercera edad:

– ¿qué harías si me moría?.

– Llorar como una burra… Ya sabes que lo hago por cualquier tontería.

Profesión del padre: Cura. Profesión de la madre: Monja.

-¿Colgaron los hábitos?.

– No, solo se los alzaron un poco.

Joan Cagarrines vol cambiar de nom…

Vol dirse Josep Cagarrines.

¿Que tienen los chinos entre las piernas?…   – Un tirachinas

Dos mexicanos.   – ¿Cuánto pesas?  

– Setenta kilos.       Pam Pam     – Y diez gramos.

¡Cinco mil palomas!.     – ¿ Mensajeras?.     – No exagero, no.

De cintura para arriba me siento como un viejo: Palpitaciones, ahogos, tos…

En cambio de cintura para abajo estoy como un niño…

Me hago encima el pipí la caca… etc., etc.

Llega el entrenador a la piscina preparada para celebrar los Juegos Paralímpicos… Abre una gran maleta, saca de ella al paralímpico sin ninguna extremidad, y lo tira a la piscina…

Lentamente se va hundiendo en el agua, glu glu glu…

– ¡Solo nos faltaba esto!… ¡Ahora tiene rampa en las orejas!.

¡Papá papá!. ¡El burro se ha caído al pozo!.

– ¡Pues échale paja… De agua ya tiene bastante!.

Soy Bond… James Bond.     Yo Brosio… Am-brosio.

La barra le dice a la jarra de cerveza…

Hola rubia… ¡Qué fresquito tienes el culo!.

Dos señoras denuncian que las ha violado un tonto.

– ¿Cómo saben que era tonto?.

– Porque le teníamos que decir como se hacía.

La madre y la hija delante de un fotógrafo:

¿Una foto?.      – La madre contesta: ¡No!

Y la Hija:   – ¡Sí! ¡Sí!. ¡Que ens foti

¿Que diferencia hay entre molestar y tocar los cojones?.

– ¡Verás!. Molestar es llamar dos veces al mismo numero diciendo:

¿Que está Pepe?…

Tocar los cojones es llamar una tercera vez para decir:

– Soy Pepe. ¿Han preguntado por mí?.

Dime Jaimito. Si le dices a tu padre; ¡Dame dinero!. ¿ En que tiempo estás hablando?.     – ¡En tiempo perdido!.

En la ferretería:

– ¿Tiene huevos de plomo?.           – ¡No, es reuma!.

Había una mujer tan caliente… que si se masturbaba con una mazorca… Le salían palomitas.

Un viejecito se va al cielo y cuenta que era carpintero y tenía un hijo muy bueno al que todo el mundo quería…

Cuando Jesucristo le ve exclama: ¡Papá papá!…

Y el viejecito… – ¡Pinocho Pinocho!.

Un camionero estaba follando debajo de su camión. Pasa otro camionero y les pregunta:

– ¿Que estáis haciendo aquí?.

– ¡Ya ves, repasando el cambio de marchas!.

– Pues mejor que repases los frenos. ¡Mira donde está tu camión!.

¿Porque le dirán “Pene”, si da tanta alegría?.

¿Con qué planchas las camisas?.           – ¡Con mala leche!.

¿Cómo se llama en chino?: Que vestido tan bonito llevas, Paquita.

Che chochín, quin conjún.

El americano le pregunta a su amigo madrileño;

– ¿Has visto algo más grande que Texas?.

– Ya lo creo. ¡El campo del Atlético… No se llena nunca!.

Un catalán entra en un bar en Galicia y dice:

– ¿Que feu?.       – ¡Más feu eres tú y no decimos ná!.

Un zorro y un jaguar se saludan:

– Jaguar you.         – I am sorry.

Un árabe llega a Marbella y dice:

-Macagu amb tu má.         El conserje contesta:

– Yo me cagu en tu pá, fill de pú por si cá.

Dos amigas:       – ¿Estas enamorada?.   – No lo sé.

-Pues yo para saberlo me quito las bragas, las tiro al techo, si se quedan pegadas… Es que estoy enamorada.

Están: Santa Claus, un abogado barato y un abogado caro sentados alrededor de una mesa. Sobre la mesa un billete de 10.000 pesetas. Se apaga la luz y cuando vuelve a encenderse el billete a desaparecido. ¿Quién lo tiene?:

– El abogado caro… Los otros son personajes de ficción.

¿Porqué las mujeres siempre aparcan mal?.

– Porque los hombres siempre les han enseñado que un palmo son cinco centímetros.

A mi esposa le tocaron los ciegos, ¡dos mil pesetas!.

– ¡Pues a la mía la tocan los que ven y gana mucho más!.

¡Mi esposa es un ángel!.           – ¡La mía aún vive!

¿Qué es peor la ignorancia o la indiferencia?.

-¡Ni lo sé, ni me importa!.

La semana pasada discutí con mi esposa y la hice arrodillar. Me decía a gritos:       – ¡Sal de debajo de la cama!

Una señora va a votar y el presidente de la mesa le dice:

– No está en las listas.         – Pues mire entre las tontas.

La señora entrada en años se presenta ante su marido desnuda y le dice:   – ¿Te gusta este pijama modelo 2.000?.

– ¡Creo que le falta un toque de plancha!.

¿Este autobús lleva al cementerio?.     -Si no se aparta…

El “cabello de ángel” del pastel que dieron al “Pupas”…

¡Tenía caspa!

La esposa al marido:

– Cuando me decías que me tendrías como un ángel, no pensaba que me tendrías desnuda y sin comer.

¿Te gustan las mujeres con muchas tetas?.

– ¡Con más de dos no!.

El hombre en un banco: – ¿es aquí donde pagan los giros?.

Da una vuelta sobre sí mismo y dice:   -¿Cuándo me dan por este?.

El hombre en un banco: – ¿Puede pagarme este talón?.

– Tiene que firmarlo por detrás.

– Cada día lo ponen más difícil… (Intenta firmar el talón poniéndoselo en el cogote).

¡Cuánto tiempo sin vernos!.

– ¡Pero si no nos hemos visto nunca!.

– ¡figúrate, aún más!.

Miedo; es la primera vez que no logras el segundo.

Pánico; es la segunda vez que no logras el primero.

Si comes más turrón explotaras.

– Pues dame otro pedazo y apártate.

Las gallinas aman tanto a los pollitos… ¡porque les cuestan un huevo!.

El Genio Mágico concede un deseo.

– quiero pasar una noche con la mujer más buena del mundo…

Le conceden una noche con la Madre Teresa de Calcuta.

No me gustan las matemáticas porque… Tienen muchos problemas.

Sobre los hombros de Juan descansa una magnífica cabeza…

¡Y cada día distinta!.

Perseguía el autobús gritando:     – ¡Que pujo, que pujo!.

– ¡Capullo lo será tu padre!.

La suegra gritando dentro del baúl:   – ¡Estoy viva, estoy viva!.

El yerno:

– ¡Será sabihonda… que quiere saber más que el médico!.

El yerno grita desde la calle:

– La suegra se ha muerto.   Le contestan desde el balcón:

– ¿Que dius?, ¡No oh sento!.

– Yo tampoco …¿Pero tendremos que enterrarla supongo?.

Dos gatitas encuentran dos gatitos. Uno muy feo el otro muy guapo. Al día siguiente, las gatitas, se cuentan la aventura.

La que le tocó el gato feo está muy contenta ya que hacía mucho tiempo que no se comía una rosca y desahogó todo su furor. El gato guapo al contrario… ¡Estaba capado!.

¿Que prefieres susto o muerte?.     – ¡Ay! ¡Que susto!

– ¡Pues haber escogido muerte!.

El gato viejo se lleva al gato joven a ligar. En vez de encontrar gatitas encuentran al perro que les persigue por toda la plaza.

Al cabo de un rato de dar vueltas a la fuente el gatito joven exclama:            

– ¡Ya estoy cansado de tanto follar!¡ Doy otra vuelta y me largo a mi casa!.

El guardia muy serio:   – ¿Me da su permiso de conducir?.

El chofer:             – ¡Conduzca, conduzca!.

Tiene cálculos renales.   – ¿Es grave?   – No, como arena.

¿En que se parecen un cocinero y un submarinista?:

En que los dos pasan los huevos por agua.

Dos hombres duermen en la misma cama. Uno ronca muy fuerte. El otro le da un beso en la boca y le dice:

-¡ No te duermas he!.

Dos van por el desierto. Uno lleva una cantimplora vacía, el otro una puerta de coche.

– ¿porque llevas la cantimplora?.

– Por si encontramos una fuente. Y tu porque llevas esta puerta.

– Por si tenemos calor, abriremos la ventanilla.

¿Porque las gallinas no tienen pechos?.

Porque los gallos no tienen manos.

¿Cómo les llaman a los habitantes de Olot?.     -¿Todos?.

En el manicomio:   – ¿Eres el portero?.

– No, soy el que ha marcado el gol.

En la frutería: – ¿Tiene coco?.   – Sí.   – ¡Huy que miedo!.

En el cuartel: – ¿Da usted su permiso?. -Sí- Pues hasta el lunes.

El marido encuentra a la esposa en la cama con un hombre muy pequeño:

– ¿No me dijiste que dejarías esto de ponerme cuernos?.

– Si, pero lo estoy dejando poco a poco.